lunes, 23 de febrero de 2009

DELHI. 21 DE FEBRERO.

Tras atravesar el Main Bazar (zona donde se alojan los motxileros como nosotros, juas juas juas!), y flipar bastante con como era todo, nos premiamos con un opíparo desayuno para empezar bien el día. Los aitas fliparon con el curd (yogurt) y los zumos que estaban súper ricos. La verdad es que el Main Bazar no tiene desperdicio porque parece que los edificios se te van a caer encima en cualquier momento. El suelo esta lleno de socavones, piedras y bujeros gigantes y es bastante estresante porque tienes la sensación de que vas a ser atropellada por un ciclorickshaw, una moto, otra moto, una carreta tirada por un buey, otra moto, otro ciclorickshaw, hostia cuidau la moto otra vez, aahhhhhhhh!!! Todo esto rematado con cientos de tiendas de ropa, artesanías y todo tipo de cosas que se puedan vender con sus respectivos artistas insistiéndote para que entres en su tienda. Sorprendida me quede de lo bien que reaccionaron los aitas porque aunque estaban flipadillos lo llevaron bastante bien.

Bueno y tras negociar el tour por el Rajasthan con el dueño del hotel (que por cierto que plastitas que son todos los que te quieren vender algo aquí) iniciamos el tour por Delhi a media mañana tras montarnos en nuestro primer ciclorickshaw.






Visitamos el crematorio y museo de Mahatma Gandhi, el fuerte rojo, la puerta de la India y la tumba de Humayun. Lo vimos todo a un ritmo bastante bananero y como en el museo de Gandhi nos tiramos a saco de tiempo no terminamos de ver todo lo que pensábamos pero pudimos disfrutar de la preciosa mezquita y sus alrededores. Me encanto. No he visto el Taj Mahal pero salvando las distancias me lo recuerda.








Y tras sacar millones de fotos (como no?! Es q esto de tener cámara de nuevo es un subidón!!), nos batimos en retirada hacia nuestro caótico barrio donde nos dimos un homenaje cenando en la terraza del tejado del hotel Vivek, el restaurante Sam´s Garden. Porque como se nos fue un poco la olla no habíamos comido. Así que tras llenarnos la pasta super agusto a base de deliciosa comida occidental nos fuimos a la habitación conetentos pero agotados y dormimos como troncos después del palizón de todo el día.
Ya veis que rapido hace amigos la ama, no?

Delhi me sorprendió muchísimo. Quizás porque me lo habían puesto tan tan mal que me esperaba el infierno. Pero tras tantos testimonios que había oído y leído de otros turistas me quede extrañada porque ni me pareció dura la llegada y camino desde el aeropuerto ni vi nada que no hubiera visto antes en otras ciudades. En mi caso me traumatizo o me tocó más la llegada a Bombay.

Quizás fue porque solo anduvimos por el centro pero agradecí mucho las bonitas y cuidadas zonas verdes, los bonitos edificios y precioso entorno de la mezquita-tumba de Humayun. Es verdad que el tráfico es infernal y la ciudad tiene pinta de ser gigante pero lo poco que vi no me disgustó. Ya os contaré más cuando vuelva.

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