El sábado 17 cogimos el tren bien temprano de Bombay a Goa. La verdad es que fue toda una experiencia para mí. ¡Mi primera vez en un tren indio!!! Resultó muy bien. Iba flipando con todo y fue muy agradable. Les saque un montón de fotos a los de la cocina que eran todos muy majetes y me pedían continuamente que les fotografiase.
Luego me tuve que cambiar de vagón y en vez de ir con Unai me pusieron en el de aire acondicionado y fui varias horas hablando con una austriaca madurita que viajaba con su madre y me contó un montón de cosas interesantes sobre
orprenderme con cada detalle y convivir un poco con los autóctonos que nos miran como si fuésemos extraterrestres. Ah, por cierto! La comida estaba muy buena. Era alucinante porque cada minuto (no exagero) pasaba alguien vendiendo
comida: te, café, samussas, bebidas, mierdillas y mil historias mas con nombres imposibles.
El tren era gigantesco y a ratos se abarrotaba. Los indios jóvenes están todo el día con el móvil y en general son muy majos. Enseguida se te ponen a hablar aunque ni sepan hablar inglés.
¡Me encanta viajar en tren!
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